lunes, 4 de junio de 2012

UNO

"[...] Había pensado que el comienzo de clases sería algo más interesante que esto. Cuando veo a las personas correr y jugar por el patio siento algo de envidia, ya quisiera poder divertirme así de fácil, como si fuera una niñita. Ya sé que tengo sólo once y medio, pero mi vida es como la de los perros, y cada año vale por siete. La profesora de esta hora nos trató como si fuéramos monos del kinder que no saben estarse quietos y a mi como si fuese inevitable que hubiese una cerebrito antisocial en el curso. No hizo ninguna falta que mencionara que su materia era política, la odié en cuanto me dirigió una mirada. Ni decir de [...] mis compañeros, uno más imbécil que el otro. En cuanto notaron que no era tan hueca como las demás, comenzaron a rehuirme. Menos mal, mis padres se disgustarían conmigo si armase otro escándalo como el del año pasado.

Ahora que he vuelto a casa y mis oídos han escuchado buena música, no sé que pensar acerca del chico que se me acercó a la hora del receso. Parecía tan solitario y desorientado como yo, algo raro en alguien de su especie. Tal vez podría utilizarlo para mi experimento... O tal vez sólo lo conserve como amigo [...]"

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